El Gobierno japonés ha decidido firmar por primera vez una declaración conjunta de Naciones Unidas que solicita a los países no usar armas nucleares bajo ninguna circunstancia, según informó el ministro nipón de Exteriores, Fumio Kishida. A pesar de que la ONU había presentado declaraciones similares en otras tres ocasiones, Japón había tomado la decisión de no apoyarlas hasta ahora al considerar que chocaban con la estrategia de “paraguas nuclear” de EE.UU.

El limosnero pontificio, Konrad Krajewski, ha regalado 1,600 tarjetas telefónicas a inmigrantes de la isla italiana de Lampedusa para que puedan llamar a sus familiares, según informó el “Observador Romano”, el diario oficial de la Santa Sede.

El presidente ruso, Vladímir Putin, se merecía el Premio Nobel de la Paz por su labor mediadora en Siria, aseguró el popular cantante y diputado ruso Iósif Kobzón, coordinador de la candidatura del jefe del Kremlin al galardón.

El director general de la Organización para la destrucción de Armas Químicas (Opaq), Ahmet Üzümcü, afirmó que la concesión del Nobel de la Paz a ese organismo refuerza su motivación para conseguir la paz en Siria.

“Este premio refuerza nuestra motivación y dedicación para conseguir la paz en Siria y para su pueblo”, dijo Üzümcü durante una conferencia de prensa en La Haya, en la que también señaló que aceptaba este galardón “con humildad”.

El Soho, un barrio de Londres famoso por su actividad nocturna, teatros y tiendas eróticas, mantiene en pie de guerra a trabajadoras sexuales y policía por un plan inmobiliario que podría alterar su carácter bohemio.

Una mujer búlgara de 33 años dio a luz a una niña mediante una cesárea mientras era sometida a una complicada intervención en el corazón, una doble operación que tuvo un final feliz tanto para la madre como para la bebé. La inusual intervención tuvo lugar la semana pasada en el hospital Santa Ekaterina de Sofía, donde la mujer, embarazada de ocho meses, ingresó en estado crítico con una grave deficiencia cardiaca, informó el diario “Presa”.

El papa Francisco recibió a una delegación de representantes de la comunidad judía de Roma presidida por su rabino jefe, Riccardo De Segni, con ocasión del 70 aniversario de la deportación de los judíos italianos a los campos de exterminio nazis en 1943, que se cumple el próximo miércoles.