Yelena Isinbáyeva puso un broche de oro a su gloriosa carrera deportiva con su tercer título mundial de pértiga aunque no pudo regalar un nuevo récord a sus paisanos, que por primera vez en cuatro jornadas de los Mundiales casi llenaron el estadio Luzhnikí.
Quiso regalar a su público un nuevo récord mundial, el que habría sido el número 29 de su carrera, pero no pudo con los 5.07 cuando, sola en competición y tras haber celebrado su triunfo con saltos de alegría, intentó agradecer al público su apoyo con una nueva plusmarca.