Será un ejemplo para los fanáticos del fútbol que siguen denigrando a las personas por su color de piel. Un aficionado de Sunderland fue suspendido ayer por tres años, durante los cuales no podrá asistir a partidos, por hacer un gesto racista dirigido al delantero belga Romelu Lukaku, uno de los principales goleadores de la temporada pasada en la Liga Premier.
El imputado, Liam Jones, admitió haber hostigado a Lukaku, quien es negro, haciéndole gestos de mono en un partido que su equipo perdió 4-2 con West Brom en noviembre del año pasado.