Usain Bolt afirmó ayer que no se dopa y dijo que los recientes escándalos que han afectado al atletismo dañan al deporte, pero no sus preparativos para el próximo mundial en Moscú.
El hombre más rápido del planeta no llegó a fustigar a sus compatriotas jamaiquinos Asafa Powell y Sherone Simpson ni al estadounidense Tyson Gay, cuyos recientes casos de dopaje provocaron revuelo en la antesala del mundial del próximo mes.
Sin duda que es un pequeño traspié, dijo Bolt en Londres antes de una prueba de la Liga Diamante.