El jefe del Ejército le formuló al presidente Mohamed Morsi una simple exigencia: renuncie voluntariamente y no se resista al ultimátum militar o a las demandas de las enormes multitudes en las calles de Egipto.
``íSobre mi cadáver!'' le respondió Morsi el lunes al general Abdel-Fata el-Sisi, dos días antes de que las Fuerzas Armadas finalmente derrocaran al líder islamista al cabo de un año en el cargo.