Entre la multitud estaba Marcos Martínez, de 12 años, quien reside en San Miguel, en el corregimiento de Calidonia. Él desea caminar sin tener que preocuparse de la violencia, por eso participa en las actividades donde se promueve la paz y sus padres lo apoyan.
Erick Batista, del Movimiento Antipandillas en todo el país, pide a las autoridades que construyan un centro recreativo para el barrio de San Miguel que está olvidado.