Después de 30 años, el apellido Rosberg volvió a reinar en el Principado de Mónaco, con la victoria del joven Nico en la 71 edición el Gran Premio más glamuroso del calendario de la Fórmula Uno.
El piloto de Mercedes, de 27 años, hizo historia ayer en Montecarlo al repetir en el circuito monegasco el triunfo que consiguió su padre, el legendario Keke Rosberg, por estas mismas estrechas calles hace ahora justamente tres décadas.