Cuando somos niños muchos admiramos a Superman, Batman, Gokú, entre otros, y deseamos convertirnos en héroes para demostrarles a todos nuestra fuerza y ser admirados. Con el tiempo me di cuenta de que esos seres solo existen en las cómicas y películas; los verdaderos héroes trabajan sin preocuparse por ser reconocidos.
Recuerdo cuando tenía nueve años: &162;cómo me encantaba ver Dragon Ball y ver a Gokú con sus poderes que lo ayudaban a salvar el mundo! Al crecer he conocido héroes que no precisamente tienen semejante energía, pero que salvan a los demás.





