Con una misa campal en el parque de la iglesia San Francisco de Paula y posterior caminata hacia el parque Libertador, los chorreranos exigieron paz y respeto, por todo lo que tiene que ver con la violencia que se genera en esta parte del país.
En este sentido, Judith Chen de Lee, madre de Giorgina Lee, una de los cinco jóvenes chorreranos de origen chino que fueron asesinados hace más de un año, dijo que ellos asisten a todo los llamados de paz que hacen en el distrito, para así tratar de evitar que algo así vuelva a suceder.