Con mucha energía, poder y sobre todo cargado con suficientes explosivos, llegó ayer el peleador istmeño Dirceu Cabarca a Toluca, México, para lo que será su primera oportunidad de disputar un título mundial.
El Explosivo, como se le conoce al panameño, viajó en compañía de los entrenadores istmeños Francisco Arroyo y Héctor Rangel, quienes estarán en la esquina del retador a la corona minimosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).