Desde temprano, los dueños de los diversos cubículos, que eran más de 50 en toda la avenida, se acercaron al área y desmantelaron las tablas que habían utilizado para su construcción, solo guardaron las toldas plásticas; lo demás era basura que lanzaban a los camiones de la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario.

Carlos Tuñón, residente en Santa Librada, ayer decidió visitar a su mamá en Tocumen, pero al salir de su hogar notó que no pasaba ningún bus.

Él tuvo que abordar un taxi hasta Las Colinas de San Miguelito; en ese lugar esperó 45 minutos por un metrobús.

Esta situación la vivieron muchos panameños, ya que por ser un día irregular, no había mucho transporte en el país.

El equipo de DIAaDIA realizó un recorrido por San Miguelito y notó cerros de basura en muchas comunidades; además de restos de los fuegos artificiales que fueron quemados para recibir el nuevo año.

No obstante, a través de un comunicado, la empresa Revisalud encargada de la recolección de la basura informó que ayer recogieron aproximadamente 77.97 toneladas de desechos sólidos, pero las quejas de los usuarios continúan.

Su madre, aún descompuesta por su ardua tarea, abrazaba a su pequeña en una camilla del hospital Santo Tomás (HST), dándole la bienvenida a este mundo. La nena pesó casi siete libras y aún le falta la cuna y más ropa. La joven susurró que ahora hay que pensar en cosas primordiales como la leche y los pañales desechables.

El hombre fue trasladado al Centro de Salud de San Isidro, donde falleció debido a las heridas que presentaba; la unidades policiales desplegaron un operativo en el lugar, pero no capturaron a nadie.

Se conoció que ayer se dieron seis homicidios en todo el país.

El hombre iba en su paño cuando otro auto se le fue de frente a toda velocidad y en su desesperación por salvar a su familia -ya que en el auto estaba su pareja y sus dos hijos- se salió de la vía y chocó contra la malla ciclón de Panamá Pacífico. Afortunadamente, a pesar del fuerte impacto, todos salieron ilesos.

Las versiones preliminares indican que el dueño del lugar dejó la estufa encendida y algo empezó a arder, por lo que las personas se acercaron a verificar qué era y de forma repentina hubo un gran estallido.

Esta familia ha pasado por momentos muy difíciles dentro de su precaria situación, uno de ellos fue la muerte de Hercilia Jiménez, madre de Ángel, quien falleció de un ataque al corazón cuando se enteró de la enfermedad de su hijo.

Para los conductores que decidieron salir de sus casas, esta situación les pareció fantástica, pues podían desplazarse de un lugar a otro en cuestión de minutos.

El equipo de DIAaDIA realizó un recorrido por algunos lugares y encontró que los autos que transitaban por las vías se podían contar con los dedos de las manos.

Ayer, miles de personas asistieron a diferentes puntos de país, la mayoría con el objetivo de dejar la mala suerte en el lugar, y traer nueva vibra a sus hogares.