Obsequios. Acurrucando a su recién nacido, al que nombrará Eduardo Morán, estaba Rodzana Loina, de 21 años, cuyo retoño fue el primer niño que nació ayer, a las 12:21 a.m. en el Hospital Santo Tomás; eso fue motivo para que recibiera una cuna llena de artículos de bebé.

Para Rodzana, quien reside en Punta Chame, el nacimiento de su primer hijo, quien los médicos habían anunciado que llegaría al mundo el 11 de diciembre, fue el mejor regalo en el Día de la Madre; ella con gran alegría manifestó que lo cuidará y guiará hasta verlo convertido en un hombre de bien.

En el Hogar Bolívar de Ancianos, muchas fueron las madres homenajeadas en su día, sin embargo Rebeca Vergara, una abuelita de 85 años, esperaba con su mejor vestido a su hijo, pero él nunca llegó.

Ella, con la mirada fija hacia la entrada del lugar, estaba segura de algo: lo esperaría, pues él le prometió verla en el Día de la Madre. Lamentablemente pasaron las horas y el hijo de Rebeca no llegó. “Solo espero que donde esté recuerde que tiene una madre que lo amará siempre, a pesar de que ya no se acuerde de venir a visitarme”, dijo con voz pausada la señora.

Unos nueve extranjeros indocumentados han sido retenidos por las autoridades de la Policía Nacional en las últimas 72 horas, en el puesto de Control de Guabalá, en el distrito de Tole, provincia de Chiriquí.

Entre las personas que han sido detectadas viajando sin documentos, dos son africanas, tres procedentes de la India, tres ticas y una colombiana. Todas viajando de la ciudad de Panamá a Chiriquí.

La proliferación de quioscos, puestos de buhonería y la exposición excesiva de mercancía de los almacenes, está provocando el malestar de peatones y conductores en la Avenida Central, el Mercado Público y otras calles del centro de la ciudad de Santiago.

Es que estos establecimientos han invadido cientos de estacionamientos y aceras, lo que está causando enormes tranques y que los santiagueños se vean en la necesidad de transitar por la calzada, exponiéndose al peligro.

Tres heridos, entre estos una persona atrapada y un auto destrozado, fue el saldo de un accidente de tránsito registrado ayer en la salida de la autopista Arraiján-La Chorrera, muy cerca de la antigua Espiga.

Todo se dio cuando las tres personas que viajaban dentro de un camión que llevaba tinas con mariscos, chocó la parte trasera de una mesa que era guiada por una mula hacía el interior del país.

La Iglesia católica chorrerana califica de inaceptable que por segunda vez en menos de dos meses, al antiguo párroco de la iglesia San Francisco de Paula, José Luis Andrade y su abogado hayan demandado civil y penalmente al Arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa.

Francisco Verar, actual párroco de la iglesia San Francisco De Paula, dijo que la primera demanda fue por calumnia e injuria y hace poco se interpuso otra por derechos laborales por más de 300 mil dólares.

Funcionarios de la Dirección de Prevención de Fiscalización de Aduana (Defa), en Bocas del Toro, retuvieron en la mañana de ayer un camión cargado con tanques de gas licuado, entre Panamá y Costa Rica.

Todo ocurrió cuando el conductor del vehículo pretendía vender unos 14 cilindros de 25 libras a una ciudadana de nacionalidad costarricense o orillas del río Sixaola, en la comunidad de Las Delicias.

Los sujetos utilizaban un bote con motor fuera de borda para cruzar la mercancía a través del mencionado río, límite natural entre Panamá y Costa Rica.

Moradores de la comunidad de La Libertad en el corregimiento de Aserrío, distrito de Bugaba, indicaron su preocupación por la poca atención de las autoridades en darle respuesta a la necesidad de la construcción de un puente vehicular.

El puente actual fue construido de cañazas y no reúne las medidas mínimas de seguridad.

Al igual que muchos campesinos, los indígenas ngäbes y buglés vinieron desde el oriente de la provincia chiricana a Barú, en busca de trabajo y sustento para sus familias.

En estas tierras baruenses encontraron viviendas dignas, escuela para sus hijos y un empleo permanente.

Gracias a su perseverancia, muchos de los indígenas han educado a su familia con resultados tan buenos, que sus hijos se gradúan de carreras universitarias con excelentes calificaciones, integrándose a la fuerza laboral del país para luego demostrar gran entrega y profesionalismo.

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