Jamás existirá otra igual. Así le digo yo, Mamita linda, desde que recuerdo, y es que lo de linda, a parte de que es muy hermosa, es más porque es linda de corazón.
Hablar de mi mamá como quisiera hacerlo, no se podría en este espacio; creo que ni haciendo tres libros de ella me alcanzaría para explicar quién es María Mendoza Vda. de Palacio. Todo un personaje de 58 años, quien desde que tengo uso de razón me sigue tratando como si fuera una bebé, a tal punto que sí, se sigue preocupando, metiendo su cuchara donde a veces no la llamo, y siendo la segunda madre para mi hijo.