Karina Avesilla, de 22 años, quien a los 12 años sufrió una convulsión que le produjo un retardo mental, ayer estaba muy alegre, pues en compañía de su madre fue en busca de un empleo.
Ella, al igual que más de 150 personas con discapacidad, entregaron sus hojas de vida en una feria que organizó el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel), para lograr obtener un puesto de trabajo.