Durante años, las familias que residen en Kuna Nega lucharon por la construcción en un puente elevado que conectara las comunidades de La Paz y Las 400 con las calles principales, y hace un año ese sueño se hizo realidad.
Marta Dogirama tiene dos niños en el Centro Educativo Kuna Nega que quedaba después del puente, y sentía temor cuando el río del lugar se desbordaba y las aguas pasaban sobre la estructura antigua, por lo que ahora siente tranquilad de ver el camino terminado.





