Era el 31 de diciembre de 2011. El colonense Celestino Pelenchín Caballero cerraba un año exitoso, realizando en Japón la primera defensa del título pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), diadema que había conquistado dos meses atrás en Buenos Aires, Argentina.
En ese momento, en la ciudad de Yokohama, Japón, todo era felicidad para Pelenchín, quien había dejado a los fanáticos japoneses boquiabiertos, luego de la cátedra de boxeo que le había recetado durante 12 asaltos al local Satoshi Hosono.