Están vivos. Brayan, de 11 años, e Isidro, de 10, los dos niños que hace dos días daban por muertos sus familiares, luego de que el hermano de Isidro, de 8 años, afirmó que los había visto morir en las garras de un lagarto, aparecieron sanos y salvos en una casa hogar.
No fue hasta ayer cuando la Policía Nacional anunció que los niños desaparecidos estaban bajo la custodia del Juzgado de Niñez y Adolescencia, en San Miguelito.





