Quería cambiar de rumbo. Solo faltaba un mes para que Yamir Gustavo Ospino, de 20 años, se internara en la Policía Nacional (PN) y se apartara un poco de la violencia que impera en San Isidro de San Miguelito, lugar donde residía.
A su hermana Yajaira Torres, aún le parece escuchar a Yamir susurrar, en su lecho de muerte, que no quería morir, luego de ser herido de bala y trasladado al centro de salud de San Isidro, donde falleció. Ellos dicen desconocer los motivos del crimen.