Algarabía. Ayer, el Hospital del Niño (HDN), parecía un Carnaval con murgas, tambores, sonrisas y gritos de alegría, donde los niños recluidos en las diferentes salas del nosocomio, vivieron una mañana emotiva y educativa.
Uno que estaba feliz era Daniel Rodríguez, de 14 años, quien tiene síndrome de Down, leve retardo mental y un padecimiento en la médula ósea que le impide caminar y que lo mantiene hace 12 años hospitalizado. Estoy feliz, aseguró y no es para menos, pues él no puede correr, ni divertirse como un niño normal y el estar internado, lo priva de ver el mundo real.