Volverán a ver. Emocionados, nerviosos y felices se encontraban los 50 adultos que ayer se acercaron al Centro de Cirugía Ocular, para participar de la cataratón 2012.
Entre ellos estaba Fermín Sánchez, quién, desde hace cuatro años, luchaba contra la poca visión que no le permitía trabajar en su casa, donde se dedicaba a sembrar verduras para su familia; sin embargo, ya eso será historia del pasado, pues fue uno de los 100 afortunados que limpiaron sus ojos de las cataratas.





