Como todo un éxito ha sido catalogado el pasado concierto de Samy y Sandra, Evolución 2, pero más que un éxito, yo lo interpreto como la culminación de una lección que los Sandoval empezaron a estudiar hace 30 años.
Ellos han roto todos los paradigmas que hasta hace unos años enfrentaban, dejando atrás la otrora idea de que el artista panameño, y en especial el del típico, carecía de calidad y que el panameño no respaldaba su música.