Tiempo. ¿O debiera decir puntualidad? Es un tema que también va de la mano con el que en semanas pasadas compartíamos: la educación. Y claro, en ello, los valores. Y es que en Panamá estamos tan acostumbrados a hacer de las cosas nuestras excusas y justificaciones para faltar a las normas éticas.
No puede ser que determinamos una hora y fecha para la realización de un evento y simplemente no se cumple con lo anunciado. Se empieza tarde y hasta cambian sin más las fechas, poniendo en apuros a los demás.





