Estimada Moza, quiero que me ayudes con un mal que está acabando con mi tranquilidad, estoy casado con una mujer que en el pasado fue bailarina en un bar, pero eso no me importó porque la quería y había dejado esa vida, además le daba todo lo que necesitaba.
Te puedo asegurar que durante el tiempo que estuvo en ese mundo, ella nunca se acostó con un hombre, y no lo digo porque me lo ha dicho un millón de veces, sino porque yo iba y la veía.





