En el lugar estaba el señor Wellington, quien admitió que la delincuencia ha afectado el lugar, pero la esencia que tiene este sitio muchos la envidian, la sabrosura, la negrura y la alegría es algo que siempre caracteriza a los residentes; además, afirmó que pese al flagelo de la delincuencia, hay personas buenas que buscan hacer la diferencia.
La fiesta sigue