Con una sonrisa en sus labios, como para alivianar los problemas de la vida, se encuentra a Viviana Rodríguez, una baruense, quien desde hace siete años se trasladó a la comunidad de Gran David y es un ejemplo de lucha, perseverancia y de mujer emprendedora, que no se rinde ante las vicisitudes.
En su hogar hay pobreza, entre lágrimas contó que a veces no tienen qué comer, y cuando eso ocurre ella y sus hijas se ponen a llorar.





