Su amor por este instrumento empezó cuando tenía ocho años de edad, al ver a un amigo en el interior del país tocando el tambor.
Pero no basta solo el talento, por eso recibe las enseñanzas del profesor Manuel Barrios, quien le está enseñando todos los estilos que hay de tambor.
A esto le suma la perseverancia, de allí que practique tres horas todos los días, pues sabe que esta es la única manera de llegar a ser el mejor.