Un día le pidió a Dios que la iluminara para poder crear un negocio para su sustento y el de su familia, y en ese momento decidió empezar con el de la bisutería y artesanías.
Y desde aquel día hace vinchas para niñas, joyas confeccionadas con cuentitas de colores (bisutería), y además arregla lindas sandalias para bebés.
Ya lleva en esto más de tres años y se siente orgullosa de poder tener un negocio propio.