Señora Moza, he decidido escribirle
para que me ayude con un dilema que está matando a mi familia. Soy una mujer de 40 años, soltera y sin hijos, debido a que ningún hombre que estuvo conmigo me respetó.
Pero eso no es el problema, ya que tengo sobrinos y se han convertido en mis ojos. Y es precisamente uno de ellos, el mayor, que nos tiene mal.
Él tiene 17 años y anda en una gavilla que no es de fiar, ya que han estado en múltiples problemas.