Sus días pasan entre las historias que narra cada periódico, y como tarea se las aprende para luego pregonarlas en cada lugar que vende. Hoy, lo hace en la Piquera de Torrijos Carter, de 3:30a.m. a 11:00a.m.
En la tarde corta monte porque es un trabajador incansable. Sin embargo, necesita una güira mejor para trabajar.