En un pueblito de zona rural se produjo una larga sequía que amenazaba con dejar en la ruina a todos sus habitantes, debido a que subsistían con el fruto del trabajo del campo. Ante la situación límite marcharon a ver al cura y le dijeron:
-Padre, si Dios es tan poderoso, pidámosle que envíe la lluvia necesaria para revertir esta angustiante situación.
-Está bien, le pediremos al Señor, pero deberá haber una condición indispensable.
-¿Cuál es?, respondieron todos.
-Hay que pedírselo con fe, con mucha fe, contestó el sacerdote.