sin miedo a equivocarme, me atrevo a asegurar que si hubo una protesta de la que cientos de panameños sacamos (me incluyo) provecho, fue del paro decretado por los trabajadores del Corredor Norte.
En un tiempo en donde lo que se escucha es paro, huelga y piqueteos, esa medida en vez de causar sinsabor, causó satisfacción para quienes esos días lograron dormir un poquito más y salieron de sus casas con la mente relajada al no toparse tranque en las vías usuales de la capital, al igual que tuvieron un retorno placentero.





