Mucho ahorro. En vez de pensar en las fiestas del dios Momo, algunos panameños optaron ayer por comprar los útiles escolares de sus hijos. Ellos explicaron a DIAaDIA que los Carnavales son un gasto innecesario y que lo más importante en estos momentos es el bienestar de sus vástagos.

Ayer, el comercio en La Peatonal estaba bastante movido debido a este tipo de compras.

Luis Rodríguez, comerciante del área, afirmó que el movimiento de personas este año se ha incrementado allí, porque la situación está difícil y los padres no pueden gastar en Carnavales.

Mientras tanto, los indígenas que se encuentran en el Parque Legislativo, en la capital, fueron atendidos por doctores, quienes dieron diversos diagnósticos: agotamiento físico, alergias y resfriados, producto de la situación que enfrentan.

Los delincuentes realizaban los robos en la noche, aprovechando la oscuridad, en casas y fincas ubicadas en los sectores de Tortí y Cañazas de Chepo.

Las personas afectadas habían interpuesto la denuncia, por lo que las autoridades hicieron las investigaciones para dar así con la captura de esta banda de hurtadores.

Los primeros informes indican que ambos estaban departiendo con sus amigos en el lugar, cuando aparecieron cuatro sujetos quienes abrieron fuego sin cesar.

Ortega, oriundo de la provincia de Colón, murió en el lugar de los hechos con múltiples impactos de bala, mientras que Winston fue llevado agonizando a la policlínica Blas Gómez de Arraiján, donde murió.

El robo se registró en el sector de Mironó, área de la comarca Ngäbe-Buglé, cuando Montezuma se trasladaba con el dinero en una mochila para efectuar las compras de insumos agrícolas. Dos sujetos lo atacaron con cuchillos y lo despojaron del dinero y un celular valorado en más de 30 dólares.

Durante el operativo se detuvo a Roberto Ramos, de 35 años, quien al parecer, era el dueño del maletín lleno de armas.

Además, Ramos también tenía tres celulares y destornilladores. En esta acción se detuvo a otras dos personas.

Al parecer, el fuego se generó en el cuarto de Alfonso Bósquez, de 70 años, propietario del caserón, quien estuvo cerca de morir quemado, pero se salvó gracias a la destreza de algunos jóvenes que lo sacaron cargado, pues si no, hubiera muerto calcinado.

A Laslei le toma solo una hora abrirles los huecos y después, con cuidado, amarra las latas con alambres, para que no se caigan en medio del jolgorio.

La doctora Ana Margarita Botello, directora encargada de Salud Pública de la Dirección Metropolitana, dijo que durante el recorrido solo encontraron a algunos manipuladores de alimentos que se les había olvidado colocarse la redecilla en el cabello o el delantal y que todos los puestos aún no estaban habilitados.

María Rodríguez, una vendedora ubicada en la Cinta Costera, afirmó que desde la noche del viernes las ventas han sido lentas y que pensaba que todo mejoraría durante la mojadera, pero no ha tenido buenos resultados.