En la tarde de ayer, Morales marcó 142 libras, dos por encima del máximo permitido en la división. Por su parte, García marcó en la balanza 139.5 libras.

El púgil azteca no trató de perder las libras de sobrepeso. En cambio, solo comenzó a beber agua, para minutos después abandonar la ceremonia de pesaje.

Continúan con la jornada, el Global Bank que jugará ante el Credicorp Bank. Seguidamente, Multibank tratará de no dar su brazo a torcer ante el Lafise, mientras que la Caja de Ahorros buscará cerrarle la cuenta a La Hipotecaria.

En la fecha 18 de la ronda regular, también se enfrentarán la Universidad de Panamá vs. San Agustín y Plaza Bolívar jugará contra el Deportivo Pifia.

El gimnasio de la Escuela Profesional Isabel Herrera Obaldía será el recinto en donde se desatará la fuerza de los máximos equipos de baloncesto de la ciudad.

Un enfrentamiento entre padre e hijo será el punto de partida para arrancar con los compromisos.

A primera hora, el clásico de la costa atlántica entrará en escena, cuando el Colón C-3 reciba al Árabe Unido en el estadio Armando Dely Valdés.

Ambos equipos viven realidades muy diferentes, el C-3 (11 pts.) tiene cinco partidos sin conocer la victoria y ocupa el noveno puesto de la tabla de posiciones; mientras que el Árabe es segundo en la clasificación, con 22 pts.

Clasificar a unos Juegos Olímpicos seguirá siendo un sueño frustrado para el fútbol panameño, que anoche sufrió un duro revés al caer en su debut en el Preolímpico ante una Honduras que, de tres bofetadas nos despertó a nuestra realidad y nos dejó claro que Londres 2012 está cada vez más lejos.

Los errores condenaron a una selección que careció de profundidad y de contundencia, cuando pudo anotar a marco vacío. La Roja tendrá que enfrentar a Trinidad y Tobago y México.

No vaya a pensar que Carmencita Sousa se hará retoques, no, lo de ella es serio. A la famosa le harán una cirugía, ya que por un estornudo se le movió una de las vértebras.

Una mezcla de felicidad y tristeza se vive en Río Hato por el rescate de uno de los pescadores y la falta de noticias de los otros dos. Sus madres narran el calvario que han vivido desde que desaparecieron en el mar hace un mes.

A los 16 años, Rodolfo viajó a los Estados Unidos y comenzó a perderse en los vicios por presión de grupo, luego regresó a Panamá por deportación temporal y la situación empeoró, de modo que dormía en las calles de la ciudad capital, hasta que uno de los encargados en REMAR le mostró un nuevo camino.