El párroco César Augusto Gutiérrez dijo que son muchas las necesidades de la parroquia y que todas las donaciones son de grandes beneficios, pues la iglesia es una de las más frecuentadas.

La donación fue hecha por la Lotería Nacional de Beneficencia (LNB), que de igual forma está apoyando a la iglesia de Santa Ana.

Cándido Martínez, dirigente comunitario y residente en el sector durante más de 20 años, manifestó que constantemente se quedan sin agua las 50 familias que allí habitan, de modo que en ocasiones no tienen para cocinar y lavar, lo que dificulta el aseo de los moradores.

Salazar fue uno de los obreros que resultó afectado por un estallido ocurrido en el edificio White, en Avenida Balboa el pasado 25 de enero, donde también resultó herido David Velásquez.

Salazar estuvo luchando nueve días por su vida, tras ser recluido en Sala de Quemados del hospital Santo Tomás, hasta el 9 de febrero, cuando falleció.

Todo ocurrió a eso de las 7:00 p.m., cuando unas personas, al parecer, limpiaron un lote baldío, acumulando ramas para quemarlas. Posteriormente, las apagaron.

Esto se debe a que la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) prohibió estacionarse en la acera que está frente a la entrada de La Peatonal, por donde están las mueblerías.

Este accidente ocurrió a las 10:30 a.m. de ayer en la 24 de Diciembre, donde resultaron 25 personas heridas, entre ellas una grave y cinco son menores de edad.

Una fuente del Ministerio Público reveló que se inició una investigación de oficio sobre la agresión del uniformado.

Mientras, el Ministerio de Seguridad evalúa los daños ocasionados a las subestaciones policiales de San Félix y Volcán, informó la gobernadora Aixa Santamaría.

“Ni los indígenas ni el Gobierno son dueños de los recursos naturales, éstos son de todos los panameños, no de un solo grupo”, aseguró Cleman quien advirtió que para construir hidroeléctricas se necesitan estudios y condiciones de terreno.

“Recuerdo ese día con un gran dolor, solo sentí cómo algo golpeaba mi cuerpo, eran una especie de canicas pequeñas, así como algunos balines”, explicó Villandeo, que cuando se vio tenía puntitos con golpes en el pecho, hombros, piernas, brazos, todos cubiertos de sangre.

“Había un grupo de mujeres en la calle en medio de la manifestación cuando, de repente, la Policía empezó a lanzar balas y bombas lacrimógenas y mi esposo trató de darnos tiempo para que corriéramos cuando, de repente lo vi caer, pero no pude detenerme”.