En el tono de su voz se podía percibir que las heridas por la muerte de su hermana aún están abiertas. Pausadamente, explicaba que conoció a Alcibiades Méndez, conocido como José Celular, hace cinco años, y que aparentaba ser una persona amable que no albergaba malos sentimientos en su corazón.
Muchas veces hablamos con él, incluso cuando Yessenia desapareció, visitó nuestro local unas cuatro veces y nunca demostró remordimiento de ninguna clase, dijo Miguel.





