El amor de quien le dio la vida no fue lo suficientemente fuerte para luchar con su discapacidad y seguir adelante, por lo que lo abandonó. Pero hoy, tiene seis madres y dos padres, son los ángeles blancos de la sala de Medicina 1 de este nosocomio, que le han dado ese cariño que le fue arrebatado al nacer.
Abandonado, pero no le falta amor
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Viola guevara gallimore