Yo viví en carne propia lo que es parir un periódico. Hace ocho años, cuando DIAaDIA vio la luz, fui parte de un grupo de periodistas que hizo un esfuerzo sobrehumano para entregar a los panameños un producto informativo totalmente distinto a lo que estaban acostumbrados.
Teníamos que innovar, y lo logramos. Teníamos que demostrar que podíamos mantenernos con un contenido periodístico humano, exento de sangre, de chabacanería y de vocabulario soez, y lo logramos.
No fue fácil, pero sí satisfactorio y edificante.





