Son las 11:00 a.m. El salón del Cuarto de Urgencias del Hospital Nicolás A. Solano, en La Chorrera, está repleto de personas con un deseo en común: ser atendidos para sentirse bien.
Sin embargo, esto no suele suceder rápido al menos que no vean al paciente "cerca de la muerte", como dicen algunos. Incluso, en ocasiones, el seguridad es quien determina la gravedad de la urgencia, porque, a su parecer, su dolencia no constituye una urgencia importante. "Si no es tan grave, aquí a la gente le salen canas esperando, mejor vaya a una clínica", se mofa sobre el asunto.