El intenso sol calienta las calles de Santa Ana mientras la brisa a su paso va levantando polvo se dispersa por el aire, eso debido a los trabajos de rehabilitación que se realizan en el antaño Salsipuedes.
Lo que antes eran callejones alegres, coloridos y llenos de gente trabajadora que esperaba a sus clientes con un buenos días y una sonrisa inmensa, ahora se ha reducido a un pasillo oscuro, rodeado de zinc y tablas que fungen como acera.