Para poder romper las barreras que separaban a la mujer del periodismo deportivo serio a Alessandra Mezquita le tocó, desde el principio, marcar sus pautas. Se negó a ser la que "daba los pases". No quería convertirse en una "figura decorativa".
"Rehusaba hacer esos roles más decorativos o de adornos en una pantalla. Decía que yo no había estudiado cuatro años para hacer esos pases, yo quería hablar de deportes, quería pararme y hablar con ellos los hombres. Dejé pasar esa oportunidad de dar los pases, y estuve un año sin trabajo", contó Mezquita, en una entrevista con día a día.