A pesar del 58% de avance que mantiene el Plan de Estabilización de Transporte Público en la capital, los usuarios no logran percibir los cambios, ya que en las paradas siguen esperando largas jornadas para poder abordar un metrobús.
A esto se le debe sumar el retiro de algunos buses cuando sufren algún tipo de vandalismo, ya sea por personas ajenas a la prestación del servicio como de algunos usuarios molestos que arrojan objetos contundentes para romper los cristales y así herir a los operadores.