Las lluvias y la humedad del mes de julio perjudican a muchos comercios de La Peatonal, y es que según los vendedores, cada vez que llueve, los compradores prefieren quedarse en casa y no se vende nada.
Gerardo Molina, pregonero y vendedor, dijo que como ellos no funcionan como un "mall", todos los espacios son abiertos y los clientes no tienen cómo cubrirse de la lluvia mientras cruzan de un almacén a otro.





