Estudios internacionales revelan que las personas a las que se les diagnostica una enfermedad grave y con poca posibilidad de curación, pero que reciben un cuidado de atención paliativa, logran vivir más años que aquellos con complicaciones menos severas.
El desarrollo de los cuidados paliativos en Panamá en 2010 se formalizó a través de la Resolución 499. Para este periodo se atendían solo 1,000 pacientes en el programa; para 2016 se atendieron dentro del programa paliativo, 3,200 pacientes.