El día 2 de noviembre, festividad de los difuntos, o Día de Muertos, como se conoce en México, también hunde sus raíces en la tradición católica. Se conmemora a todos los fieles difuntos, en el entendido de que no todos ellos han alcanzado la salvación y que necesitan de oraciones para que Dios se la conceda cuanto antes.
De acuerdo con la doctrina católica, hay personas que tras su muerte no van directamente al paraíso ni al infierno, sino a un estado de purificación temporal conocido como purgatorio.