Argentina se coronó ayer por primera vez campeón mundial de fútbol sala al derrotar por 5-4 a una rocosa selección rusa que en los últimos segundos del partido estuvo a punto de igualar el marcador.
En el partido previo, Irán se hizo con el tercer puesto tras derrotar a Portugal en la tanda de penaltis con la que se resolvió una final de consolación que acabó con empate 2-2 y que los lusos llegaron a dominar por 2-0.
Hasta ayer, solo España y Brasil habían sido monarcas de esta Copa Mundial.





