Entrar en una tierra que tiene dueño es un acto que puede ser penado por la ley, pero al parecer en Panamá se premia, por lo menos es lo que piensa el urbanista Alonso Herrera, quien agregó que las comunidades de precaristas como vulgarmente se le conocen, sin duda, dañan la imagen estructural del país, pero que es un mal de muchos años atrás, la diferencia es que ahora no los desalojan ni los obligan a buscar o pagar una vivienda, sino que les regalan casas como si al resto de la población no le costará conseguir un hogar.
Ya no queda espacio en Panamá
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Yanelis domínguez
- @YanelisDD





