Cada 15 días las madres ingresan su tarjeta en el cajero automático con la esperanza de que ese día el padre de sus hijos haya depositado la pensión alimenticia, algunos lo hacen, otros hasta tres días después buscando cualquier excusa para aguantar un pago con el que a duras penas sus hijos comen, estudian y visten.
Así nos encontramos a Eloiza Rodríguez, quien tiene dos hijos de un solo padre y tan solo recibe $100 quincenal, $50 por cada uno y no le alcanza para nada.
Como ella, cientos de mujeres en Panamá viven esa misma situación y no ven la luz al final del túnel.





