Un tribunal brasileño condenó en la noche del martes al último policía acusado de participar en 1992 en la mayor matanza carcelaria del país, ocurrida en el presidio de Carandirú de São Paulo, donde 111 internos fueron asesinados, informó el Ministerio Público.
El exagente Cirineu Carlos Letang Silva fue condenado a 624 años de cárcel, en régimen cerrado, por su implicación en el asesinato de 52 de los 111 presos.





