Josué Sánchez Arenas, conductor de taxi, falleció a consecuencia de un disparo en la cabeza supuestamente propinado por una pareja que había abordado el vehículo.
Las primeras investigaciones indican que el hecho ocurrió pasadas las siete de la noche en calle séptima del corregimiento Juan Demóstenes Arosemena, en Arraiján, y apuntan como presuntos culpables del hecho criminal a un hombre y una mujer que fueron vistos cuando se embarcaban en el taxi, y a los pocos minutos se escuchó la detonación.