El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró "catástrofe grave" el avance de la lava del volcán Kilauea hacia el pueblo de Pahoa, de apenas 1,000 habitantes y situado en la "Isla Grande" del estado de Hawái.
La Casa Blanca anunció en un comunicado el envío de ayuda federal a Hawái, donde declaró el estado de emergencia el 5 de septiembre y mantiene en alerta de evacuación a 50 hogares.





